jueves, mayo 01, 2003

Juéves. Antes de ayer me dieron el teléfono, así que me puse a revisar los posts y tengo que haberme llevado uno de los peores sustos que he tenido el último tiempo. Fué cuando leí el blog del Mauricio y leí un post en el que le hablaba a alguien cercano a él. Hablaba que llevaban tiempo juntos y que era parte de su sistema (término que usamos frecuentemente para referirnos a nosotros), en una parte dice que lo odiaba. Todo parecía indicar que esa persona era yo y me enojé. Me pasé muchos rollos y también me puse a pensar en las cosas que había hecho para merecer semejante desprecio del que suponía hasta ese momento era mi mejor amigo. En la mañana de ayer fuí decidido a tener una severa conversación con él y por suerte aclaramos las cosas. Él no me decía esas cosas sino a su otro yo, aquél que hasta yo he hecho esfuerzos por erradicar del Mauricio (que frase más mal construída, ji ji ji) pero que inevitablemente es parte de él. Espero que algún día aprenda a suprimirlo o a controlarlo. Un mensaje para el Chelo y para el Mauricio (aunque los que quieran pueden tomar estas palabras para su beneficio), esto lo he conversado con ambos pero es para que lo tengan por escrito: Cada véz que nos vemos enfrentados a elegir o a enfrentar alguna responsabilidad o quizás hacer una elección, siempre escucharemos a dos personas en nuestra cabeza por lo tanto escucharemos dos opciones, es cómo en los monitos animados cuando sale el angelito en un hombro y el diablito en el otro. Una parte nuestra será la voz de la verdad y la responsabilidad, la otra todo lo contrario. Sé que suena a moral baráta y casi infantil pero creo que finalmente comprenderán mi punto, al final la cosa es bien simple, tenemos que usar el sentido común e identificar la voz que busca nuestro beneficio (se agradece no otorgar elementos religiosos a lo que dije). Aplicando este simple principio he logrado dominar a mi yo irresponsable e inconsiente dando paso a un mejor yo. Háganme caso, resulta.

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Ayer después de clase salí con el curso a Bellavista (otra vez) y otra vez bebí cerveza. Me parece que estas últimas tres semanas he tomado más cerveza que en toda mi vida, afortunadamente aún puedo hacerlo con moderación. Creo que no muchas personas saben porqué soy tan reticente a tomar cualquier tipo de alcohol así que aprovecho este espacio para contarles. En realidad el asunto es simple, el padre de mi padre, mi Tato, era una persona que gustaba de las tomateras. Empezó desde jóven malgastando gran parte del dinero que ganaba, sin embargo según me ha contado mi propio padre, nunca faltó el pan en la mesa y nunca pasaron alguna necesidad, pero aquel dinero que malgastaba en beber podría haber sido mejor ocupado. Cuando empezó a envejecer las cosas empeoraron, a mi Tato le dió diabetes y comenzó a perder la visión, a causa de ello sufrío dos accidentes de tránsito, y después murió. Recuerdo a los doctores hablando de que si no hubiese bebido tanto hubiese tenido mejores expectativas de vida y creo que eso me marcó. También recuerdo a mi padre diciendome siempre que él nunca se había curado porque no quería ser como el Tato y eso terminó por convencerme. Espero que ahora me entiendan cuando me niego a seguir bebiendo después del primer vaso de cervéza.
Bueno, aparte de eso lo pasé muy bien, que bueno es saber que hay personas que gustan del Jazz y el Soul, música que ya casi había dejado de lado. Acompañé a Ms.Black a tomar el Bus a su casa y la conocí un poco más, es una persona muy interesante (en todo sentido), me reí mucho y al final me regaló una de las despedidas más lindas que he recibido el ultimo tiempo (se agradece en estos días de furia).

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Hoy llegó mi Tío Jano desde España, vino a ver como estaba mi Tata que aún sigue en el Hospital. Es una de las personas que más quiero, él era mi maestro, mi ídolo de infancia, está igual que siempre. La frase que aparece bajo el título de esta página es de su autoría. Dos alegrías en dos días, espero que sigan pasando cosas buenas de aquí en adelante.

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