lunes, abril 28, 2003

Por diversos motivos que se han venido dando desde un buen tiempo hasta ahora y que no daré a conocer a la opinión pública, he decidido llamarme Rodrigo "manos mágicas" Guerrero. Grácias.

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Ayer Martes después de clases fuí a ver "El Pianista" con la Daniela, una amiga del instituto, y la encontré simplemente increíble. Polansky se las mandó, está filmada de forma impecable, hay escenas que de verdad impresionan por su crudeza retratada de forma directa y sin rodeos dando la impresión de que uno está viviendo esos momentos y la película nos hace protagonístas (palabra de moda) de la história en cierta forma. Adrien Brodick (¿así se escríbe?) está increíble, el compadre se las mandó para retratar la evolución del personáje a travéz de la historia, algo muy difícil de hacer (bien ganado el Oscar), además que uno termina demasiado encariñado con el personaje por todo lo que le toca vivir y más aún cuando al final nos damos cuenta que la historia era real. Recomendable una y mil veces, por favor vallan a verla, es de esas películas que hacen bien para el alma y de paso te hacen reflexionar.

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Miércoles. Mi Tata volvió del hospital, se encuentra un poco débil pero lo importante es que volvió. Él es un sobreviviente, a mi Tata le ha pasado de todo y siempre se las ha arreglado para seguir viviendo. Su Papá llegó al norte de Chile desde Hollanda en la época del salítre. Mi Tata vivió toda su niñez y juventud en Iquique. Muy jóven comenzó a trabajar en las compañías salitreras, donde en aquellos tiempos no se usaban máscaras protectoras para respirar por lo que mi Tata, al igual que muchos otros, respiraba toda la cochinada de las minas sin protección alguna. Cuando estaba más adulto se vino a Santiago, a Cerro Blanco, ahí conoció a mi Mite Ester (mi abuelita) y empezó a trabajar en Polpaico, una vez más sin máscaras ni nada por lo que el asbesto comenzó a hacer mella lenta y silenciosamente en sus pulmones. Las concecuencias de aquello sólo se vinieron a manifestar ahora que está viejo y débil. En Cerro Blanco se hizo un buen billete y se vino a vivir al centro de Santiago. Mi Tata fue uno de los primeros en tener auto de los caros en Chile (no me acuerdo del modelo en este momento) y se hizo socio de Carlos Herrera y su negocio de venta de acero. Ganó mucha, mucha plata, incluso mucho de aquel dinero se lo farreó en casinos y apuestas. Mi Tata nunca se arrepintió de aquello, lo comío y lo bailao no se lo quita nadie como dicen. El asunto es que un día decidió vender su parte del negocio a no se quien que al final estafó a mi Tata y se quedo con la plata y su parte del negocio. Mi Tata nunca se recuperó del todo de aquello porque se vió forzado a vivir con poco y nada y él estaba acostumbrado a darse la buena vida. Al final llegó acá a la villa y puso su negocio del cual vive hasta ahora. Los últimos años han sido terribles para él pues está en un constante ir y venir entre el hospital y la casa por culpa de sus pulmones que ya no dán más. La coronaria viene a cada rato y mi Mamá anda con el alma en un hilo a causa de eso. Pero mi Tata sigue aquí, luchando, sobreviviendo, como siempre...
Te quiero Tata, aunque quizás nunca llegues a leer esto.

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Debido a ciertas polémicas que sostuve durante la semana, he estado re-revisando la primera trilogía de "Star Wars" y encuentro inconcevible el hecho de que alguien viera una de las tres en el cine ¡¡¡¡¡ y se quede dormidaaaaaa !!!!!! y al lado del pololo más encimaaaaaa !!!!!!

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Sábado. Diáblos!!!!! Me cortaron el teléfono y no he podido postear a causa de ello. Ni siquiera tengo disquettera como para ir a un cyber café y postera de allá. Si este post aparece el Lunes es porque me dí la paja de escribir todo en un cuaderno y escribir de vuelta en un computador del centro.
Argh!!! tengo rabia :(
Ayer Viernes me quedé en el instituto como hasta las 9:00pm jugando un juego que se llama mafia, es bien entretenido porque se necesita más habilidad para la intriga y la investigación que habilidad para las cartas. También jugué un poco de póker. Supuestamente Ms.White iba a invitarnos a alguna parte a tomarnos un trago, por lo que fuimos después de aquello y llegamos a un restaurant increíble que está por el barrio Bulnes (o algo así). Allí pedí un plato de churrasco con papas fritas ($1500) y una cerveza ($690) todo súper rico y agradable. Mauricio pidió un vodka naranja el cual probé y debo decir que estaba bastante bueno por no decir esquisito. Como por tercera vez en mi vida sentí que el mundo perdía consistencia a causa del alcohol, menos mal que había comido algo o podría haber sido peor. Al final estubimos conversando cómo hasta las una de la mañana, cuando salímos hacía mucho frío y más encima por donde quiera que miráse habían flaites dando vuelta por lo que temí por mi abrigo. Afortunadamente llegué sin novedad (como dicen los viejitos) a mi casa, pero no sé como llegaron Mauricio y Ms.White a sus respectivas, espero que bien. Hubo alguien que faltó a la cita...

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Domingo. Son las dos y media de la tarde y mi Mamá me acaba de avisar entre lágrimas que mi Tata está agonizando en el hospital. Dijo que ahora sí que estaba mal y probablemente se nos valla. Estoy escrbiéndo esto con los ojos llorosos, una parte de mi llora, pero la otra, la racional, me dice que es mejor, que es mejor así, que va a dejar de sufrir. Por todo lo que quiero a mi Tata espero que sí, se lo merece. No sé que voy a hacer esta tarde, ni siquiera sé que voy a hacer mañana. De pronto el mundo es nada, sólo me queda escribir. Creo que voy a pasar esto al cuaderno, así lo posteo el Lunes. Eso por ahora.
7:00pm Mi Mamá acaba de llegar del hospital, dice que mi Tata estaba conciente pero que no podía abrir los ojos. Dice que lo vió bien, pero mi tía Brenda que fue hace poco dijo que lo tenían amarrado a la cama y que lo vió mal, los médicos dijeron que no había nada más que hacer y que hay que esperar lo peor. Yo ya no espero nada, estoy resignado.

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