miércoles, noviembre 19, 2003

Un lunes que todos quisieran
Día: Lunes 17/11/03’

14:05 – 21:30hrs
Una tarde en la costa

En la mañana las clases estuvieron normales. A las 12 tuve prueba de traducción (la que preparé en la casa de ms.red) y me fue re bien. Cuando salí de la casa como a las ocho de la mañana llovía torrencialmente en Santiago, y cuando llegué a clases había 2 personas, el Mauricio llegó como a las 9 (la clase es a las 8:30) y se sentó al lado mío, venía empapado y cuando lo saludé me dijo “It ends tonight...”, en cualquier otra circunstancia me hubiese cagado de la risa pero estabamos en clases.

El profesor de traducción nos había invitado la semana pasada a un congreso de estudiantes de traducción a realizarse en la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso y casi todo el curso aceptó la invitación, así que el lunes después de la prueba nos fuimos repartidos en el auto del profe y en el de Pablo. El Mauricio se fue en el auto del Pablo con la Evelyn y yo me fui con Susanne, Rachel y Joane en el auto del profe. A 120kmh llegamos como a las 3:30 de la tarde, y la ponencia del profe era a las 16:30 así que pasamos un rato a la playa Las Torpederas que quedaba al lado de la UPLA, no se notaba nada que éramos de Santiago.

A todo esto el día en Valparaíso estaba la raja. Después de la playa llegamos a la universidad y como todavía faltaba para que expusiera el profe nos dedicamos a ver que tal estaban las legendarias porteñas... y oh my god, pucha que estaban bien las niñitas, hay que puro ir a Valparaíso y engancharse a una porteña. Al final la presentación del profe salió bien y terminó como a las seis y media. Cuando llegamos el profe nos había dicho que podía invitarnos a un café así que después que terminó nos dijo que a cuál queríamos ir, si al Brighton o a otro donde vendían kuchens, al final decidimos ir al Brighton.

El local era espectacular, tenía la media vista y era bonito. Yo me serví un capuccino que estaba bastante bueno y casi todos los demás se tomaron un moka. Después de un rato conversando entre todos me acordé que quería hablar con ms.red para terminar de aclarar las cosas entre nosotros. Le dije que fuéramos al mirador que estaba al lado del café y ahí nos pusimos a conversar. Me explicó porque no pasaba nada entre nosotros y porqué no podía pasar nada tampoco, la razón no la puedo dar a conocer.

Sin embargo quedé contento después de aquello, en cualquier otra circunstancia me hubiese bajoneado pero no fue así. Al final quedamos de amigos y es mejor que así sea. Después de casi una hora en el café partimos de vuelta a Santiago, llegamos como a las 21:30 y yo pasé a dejar a la micro a ms.red. Ahí me di cuenta que aunque hubiese preferido tener algo con ella el tener su amistad no era un premio de consuelo. Haciendo un recuento el día estuvo notable, o sea, ¿quién se hubiera imaginado un lunes así? Como dice un tío mío: “¡esto es impagable!”.


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