miércoles, septiembre 10, 2003

Ya lo decia yo... todo lo que tiene un comienzo tiene un final. ¿Será este el patetico final de una amistad que ha durado años? ¿Será la actitud descarriada e irracional (por no ponerle peores adejtivos) de una de las dos partes, el comienzo del fin? Que pena me da. Ya han pasado tres días desde el incidente y no he recibido respuesta o actitud de reconciliación de su parte. De inmediato llegan a mi las memorias del incidente Remis-Chelo. ¿Estaré siendo muy orgulloso?¿Debería acercarme yo para solucionar nuestras diferencias? No lo creo. Y la respuesta es simple. No fui yo el que lanzó las piedras a diestra y siniestra contra un amigo. No fui yo el que con malicia en las palabras pretendió imponer un punto de vista a todas luces erróneo. Por suerte hubieron testigos y no me siento solo en mi postura. Lo conversé con personas adultas y de mi edad por igual. La respuesta fue sólo una: "Es la clara postura de una persona inmadura". En ese aspecto me siento bien, el saber que estoy en el camino correcto me consuela y por otra parte el saber que la persona (a quien creía conocer) que me hirió, debería pensar un poco más y replantear su actitud me preocupa pues sé que en cierta manera es cerrado de mente y es más propenso a tratar de cambiar la actitud de los demás que a cambiar la suya. Sin embargo tengo esperanzas. Esperanza de que para él nuestra amistad signifique más que el hecho de admitir una equivocación. Esperanza de que para él nuestra amistad valga más que nuestras diferencias...

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